Bellaterra, de 18 juliol de 2025
Mi tio continuó: Uno que tiene radio ha llegado al Paseo (actual Plaza de Andalucía de Pedro Abad), diciendo que en Africa se han levantado los militares y habrá guerra.

EL PACTO DEL OLVIDO
(1) Cuando en 1977, se aprobó “El pacto del olvido”, José González Rojas (padre de Rosario González Puentes), tenia 49 años, de los cuales, 37 hábia vivido en dictadura. Nuestra democracia, empezaba con medidas, que no me gustaban demasiado, Pero, al fin y al cabo, quien era yo sino un humilde españolito, que entre su lucha diaria por el trabajo y la família, sentia que le sobrevenia una gran tarea en el futuro.
Esta, no era otra que la de votar, supuestamente, para ejercer un derecho del que se nos habian privado hasta el momento, “El derecho a decidir nuestro futuro”
Nunca habia sido optimista, y en esos dias, a punto de cumplir medio siglo, la vida no iba a regalarme ese sentimiento, al que unos llamaban don, cualidad, y otros dulzura, y al que yo calificaba como idiotez supina. No estaba, ni hábia estado nunca España, para optimismos. Para mi, un pais de pandereta, o como dijo Unamuno, de vagos, maleantes y ladrones, así que no podia ser entusiasta. Nunca hábia tenido un período histórico para ser feliz, Con su situacion social, para mi, la democracia no iba a suponer la panacea.
(2) Tendriamos libertad, sí, pero la sabríamos aprovechar?. No me ilusionaba nada de nada el futuro. Así lo sentia y así lo manifestaba. Y a mi entender, tres décadas mas tarde, el tiempo me dió la razón. En realidad el tiempo no, los españoles nos hemos dado la razón a nosotros mismos, hemos divagado, deambulado, subido y bajado, todo con una velocidad vertiginosa. No ha habido nadie que nos gane más que nosotros mismos. Y en el 2007, como una aparicion divina, llego la hora de la ley de la Memória Histórica. Ahora tocaba recordar, saber, información, recuerdo, apertura de viejas heridas que casi todos, guardabamos en silencio, ahora habia que publicarlas a los cuatro vientos. Y en ello nos embarcaron, políticos que no sabian que fue la Guerra Civil ni lo que costó, ni vivieron, en su mayoria la dictadura, y a mi juicio usaban la democracia, en benefício personal. Y claro, ya puesto a recordar, nos olvidamos que nosotros mismos, votamos una Constitucion, dentro de una Monarquia Parlamentaria. Volvieron los Republicanos, Independentistas, y otros muchos sucedáneos, que a empujones, lograron su lugar público, manejando el dinero de todos, que por ser público, ahora dicen no es de nadie, bueno, de ellos sí, para ellos tambien. Y la corrupción se instaló y habitó entre nosotros, como el ciervo divino
(3) Ahora, me encuentro, al pié de los 80 y siento, que con tanto como he leido en mi vida, no he escrito ni un solo renglón. Y actualmente, dia a dia, leo tantas notícias políticas sobre lá Guerra Civil, que yo las llamo politizadas, porque ninguna de ellas, se ajusta a la realidad de cuanto sucedió en aquellos tres años de horror. El fondo de aquella guerra, no se ha tocado, ni el espiritu, desvelado. La vertebración de los hechos, no se ha ordenado, y por tanto, a mi juicio, solo ha quedado flotando, El odio entre vencedores y vencidos. Los primeros instalados en el abuso y en los privilégios, los segundos agazapados engordando su rencor, deseando cambiar el sistema, para ser ellos los privilegiados y abusadores.. Mi conclusion es que la democrácia plena aun no la conocemos y no la conoceremos hasta que desterremos la corrupcion y el ódio y nos pongamos todos a trabajar por el país.
(4) Por todo ello he decidido contar aquellos que ví y viví, tal como lo ví, viví, sentí y escuché. Como un un niño pobre, pero feliz, a la que cuatro meses antes de cumplir los 8 años, destrozaron su vida, para sobrevivir durante casi tres en médio de un ódio y una continuada sinrazón. Tiempo durante el cual, trás mis azules retinas, vi pasar las miserias humanas y las sufrí. Tuve hambre y pocos, quisieron saciarmela. Pasé frio y solo a mi familia le importé. Por lo tanto, todos aquellos que escuchan a unos y otros, de luchar por una España mejor, se me hacia incomprensible, y yo pensaba quién seria España para ellos. Si yo como tantos, éramos todos españoles, porqué se dedicaron unos y otros, a hacernos daño?
17 de Júlio de 1936, al las 23:00 horas, calor en un pueblo andaluz cercano al Alto Guadalquivir. Mi padre y yo hablamos extendido, en el patio de vecinos de la casa en que viviamos. Una manta en el suelo, para hacer un camastro y dormir al aire libre, junto al pozo y el jazmin, se dormía de maravilla. Otros vecinos nos acompañaban, viviamos en dos habitaciones. En una, mi bisabuelo, mi abuela, su nuera, que lo cuidaba y un tio hermano de mi padre. En la otra mis padres, mi hermano de cinco años, mi tio Juan, hermano de mi madre, de dieciocho años y yo. En tan poco espacio, los niños dormiamos donde nos apetecia. Aquella noche habia verbena, por la Virgen del Carmen, y la música acabó sobre las doce. Mi madre, espera a su hermano al fresquito del minúsculo balcón. Sentada en el suel o, le vió venir y le tiró la llave, entró en el portal y llamó a mi madre. Ella bajó en enaguas. Que quieres Juan? Hay gente durmiendo. Lo sé, José está en el patio?
Ya sabes que sí, con Pepillo. A esos solo les hala lluvia Oichista, bajar la voz y sussurrando, se acercaron, traigo noticias, mi padre dió media vuelta como respuesta y yo era muy curiosa, me incorporé.
Mi tio continuó: Uno que tiene radio ha llegado al Paseo (actual Plaza de Andalucía de Pedro Abad), diciendo que en Africa se han levantado los militares y habrá guerra.
Mi padre se sentó de inmediato. Anda tú y tus miedos, eres un huevazos Pepe. Mi madre, tan viva como dicha siempre, zanjó el tono y dijo EA, pues todos a dormir, y lo que amanezca, que sea nuestro, vamos para arriba Juan, buenas noches.
(5) Sobre Las 6 de la mañana mi padre y yo arrastramos el camastro bajo la parra, para protegernos del sol. A las 8 nos llamó mi madre desde arriba. Ellos tomaron su taza de achicória con algo de miel y mi hermano y yo, la abuela y la bisabuela, el de leche caliente con pan duro migado. Yo acabé la primera y me a somé al balcón. La panaderia de frente, estaba cerrada y la gente llamaba para entrar. Más arriba la taberna bullia de hombres en la puerta, algunos con escopetas al hombro, y los jornaleros, con hoces y guadañas.
Todos revueltos, gritaban y vociferaban, copa de aguardente en mano. Mi amigo el barbero, el que me enseñaba los mirines de la república, abrió su puerta, corrió hacia la plaza y volvió como un rayo, cerrando la puerta de nuevo. Miré hacia abajo y vi en la puerta a mi padre. Sombrero de paja en una mano y en la otra el hatillo de comida y su báculo de olivo. Me lanzó un beso y me dijo:
Hasta la noche, Pepe, pórtate bien y poca calle. No le respondí, le lancé un beso al aire y entré para aseame. Sin ese requisito, nadie salia a la calle.
* ROSARI GONZALEZ PUENTES (Pedro Abad/Córdova, 30 juny 1958-19 febrer 2025). Diplomada a l’Art d’Escriure i a Nòmines i S.S per l’ICADE. La seva trajectòria com a estudiosa de Pedro Abad, que plasma a les seves obres, es va prolongar més de 30 anys.
Autora d’Història de la Vila de Pedro Abad, (també per a nens), Pedro Abad i l’altra Història (I i II), Biografia de Francisco Alcántara, Vocabulari de l’Alt Guadalquivir…, així fins a 20 títols, va presentar un més, amb els Mil malnoms de Pedro Abad.
Va difondre el nom del poble que la va veure néixer i on sempre va viure. Va participar en diferents fòrums, amb xerrades, col·loquis i conferències, a més d’innombrables articles. Per tot això, va rebre diversos reconeixements, entre els quals el de Cronista Oficial de la Vila de Pedro Abad (1992). És autora a més de dues novel·les i un llibre de contes infantils. El 1996 va publicar L’origen dels noms del nomenclator de Pedro Abad, un tros d’història i en. La seva última crònica sobre Pedro Abad es va publicar a la revista Fira i Festes, setembre de 2024, de l’Ajuntament de Pedro Abad.