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Bellaterra, 12 de setembre de 2024

LLUÍS TORRES| Compartim una crònica en castellà d’Andreu Avel·lí Artís i Tomàs (Barcelona, 12 de juny de 1908-Sitges, 2 de juliol de 2006) fou un periodista, escriptor i dibuixant català, més conegut pel pseudònim de Sempronio, cronista oficial de Barcelona, 1972. Crònica publicada a la revista DESTINO, el 28 d’octubre de 1972

Sempronio a La Taula 📷 ARXIU BELLATERRA.CAT

Fiesta mayor Durán i Sanpere.  Holocausto del Putxet tradicional. Bellaterra y las maternales secretarias. El Gitano Power, en el Ateneo. Sufrido con los cirujanos. Las elegantes noches de subasta. Tranquilo con el L.N.L.

Mi querido amigo: Le tengo a usted
mucho apego, o bien el escribirie se ha convertido en vicio, pues para hacerlo arrumbo cosas que normalmente me engolosinan. Sin ir más allá, tengo ahora para leer un libro muy gordo, gordísimo -ochocientas páginas- de Agusti Duran i Sanpere, que presiento va a ser una fiesta. Es el primer tomo de una anunciada trilogia, “Barcelona i la seva història”, y lleva el seductor titulo “La formació d’una gran ciutat”, Su autor, en una jubilación activisima y extraordinariamente lúcida, otea hoy Barcelona desde un piso alto cabe el Paseo de la Bonanova, tras haber vivido la mitad de su vida en el Barrio Gótico. Acaso, tan empinado mirador le ha inspirado la buena idea de reunir en un libro cuanto sabe de Barcelona, no solamente de sus piedras, sino de sus hombres y de las obras de éstos.

He dicho que el libro iba a ser una fiesta. La fiesta mayor Duran i Sanpere: Por esto me apresuro a avisarle a usted, para que participe en ella, para que no no se la deje perder. Duran es el sabio más ameno que conozco, el historiador que escribe con mayor garbo. El polvo de los pergaminos y de las excavaciones no le nubla los ojos. De la libreria a casa, no he podido resistir el impulso de leer la introducción, exponiéndome a ser atropellado por un auto. Refiriéndose a que Barcelona es una sintesis de pasado, de presente y de futuro, escribo (naturalmente, traduzco): Precisamente, este contrapunto entre realidades vitales y exigencias historicas es aquello que hace la gracia de una ciudad de vida compleja como Barcelonas. ¿Verdad que es así como usted y yo, mi querido amigo, amos nuestra ciudad?

“Pasado y futuro entablan en esta
ciudad un incesante combate”, sigue escribiendo Duran. A mi me lo cuenta!, le replicaria yo, de tenerlo delante. ¡Y qué combate! Casi una acción bélica. Soy testigo de primera linea, estos dias, de los trabajos de apertura de la Ronda del General Mitre en su tramo de Balmes a Josepets. En las calles de Puigreig, de Julio Verne, de Ballester, de Berna, de Septimania, las mastodonticas excavadoras se han llevado por delante románticas “torretes” neoclásicas y modernistas, con unos jardines donde no faltaban el surtidor con barandilla de hierro, las estatuas y los adornos de terracota. Son los últimos estertores del Putxet y de Sant Gervasi, el holocausto de un tipo de vida patriarcal, el machaqueo de los sueños del “Senyor Esteve”.. Probablemente se deja uno llevar
por el sentimentalismo y no para mientras en que lo que desaparece estaba irremediablemente condenado a morir, victima del desarrollo de la ciudad. Y que su equivalente, su sucedáneo, diriamos, toca buscario a varios kilómetros de aqui, donde los barceloneses levantan ahora sus re- sidencias secundarias. No puedo alegar yo desconocimiento, pues el otro dia asisti al bautizo de una calle que no era tal calle, sino un paso entre bosques y jardines. No hemos encontrado fachada para colocar la placa, hizo observar el presidente de la Unión de Propietarios de Bellaterra. Tuvieron que clavarla en un puntal hincado en el suelo. La placa reza: «Avinguda de Joan Baptista Viza, que es un simpático y venerable abogado, antiguo periodista y politico carlista. Le homenajearon por ser uno de los creadores de Bellaterra, mérito que él rechaza rotundamente. Bellaterra nació de una iniciativa de Bartomeu, un farmacéutico de Cerdanyola, dice y repite, pero Manuel Garí de Arana, el dinámico presidente del Consejo Regional del Banco Condal, que en nombre de Fomento Barcelonés de Inversiones descubrió la placa, insistió en el papel de pionero que desempeñó el señor Viza en aquella urbanización. Que podria ser, respecto a Barcelona, algo así como el Pedralbes actual… Pero uno de sus vecinos se me dolió: A primeros de octubre se produce el éxodo. En invierno apenas queda nadie. Nada, que la gente se empeña en vivir en la ciudad, pese a la contaminación y al ruido.

DESTINO 📷 BIBLIOTECA DE CATALUNYA

Uno de los bellaterricolas de invierno, el proteico Frederic Roda, a propósito de topónimos, me aseguró que hay allí una calle del Film, secuela de un frustrado y viejo proyecto de construir en Cerdanyola unos estudios cinematográficos. Ahora, pienso en la posibilidad de rotular una calle Marilyn Monroe. Seria la primera en el mundo, manifestó Roda, quien por lo visto comulga con la marilynmonroelogia, reciente religión. Menos mal que se me ofreció: Bellaterra cuenta con más de medio centenar de calles por bautizar. Si un dia tienes un compromiso…

Rematamos la intima solemnidad almorzando, cual corresponde. De sobremesa, aprovechando la presencia de Vicente Villar Palasií, rector de la Universidad Autónoma, cuyo campus está en Bellaterra, armóse un debate acerca de la nueva educación. Se hablaba de la formación de ejecutivos y el señor Viza, cuyos ochenta y ocho años han visto tantas reformas de la enseñanza, hizo observar: Desengáñense ustedes, quienes mandan en este mundo son los secretarios. Una voz puntualizó: y sobre todo, las secretarias. Frederic Roda matizó: De acuerdo, pero no las guapas, como se suele creer, sino las secretarias maternales. Son poderosas e imprescindibles. ¿Qué opina usted, mi querido amigo, que siempre se ha distinguido por compartir sus secretos profesionales con juveniles y auténticos premios de belleza? Claro que así le han ido los negocios. Pero dejemos tan vidrioso tema, aunque sigamos permaneciendo en las afueras urbanas, ahora no precisamente entre jardines, sino en el barrizal de la Perona. ¿Sabe por donde cae esto? Pues en la Ronda de Sant Marti, sobre la calle de Guipúzcoa. Hablándose estos días bastante de la Perona, en la prensa, y ávido de noticias de primera mano, las busqué, quién tenía que decirmelo, en el Ateneo Barcelonés, donde un lider del Gitano Power, Juan de Dios Ramirez Heredia, habló del racismo de su pueblo. Es un hombre joven y guapo, que nos apabulló, no tanto por sus argumentos como por su volcánica facilidad de palabra. Al final, un oyente, viejo amigo, se me acercó para comentar: ¿Usted ha conocido a Melquiades Alparea? Pues le llamaban el Pico de Oro, y éste es otro pico de oro. Evidentemente, los gitanos tienen en el señor Ramirez Heredia un potente portavoz. Que pintó con acentos apocalipticos nuestro futuro, el de los payos (jamás me había oido llamar payo tan repetidamente), de no satis- facer las necesidades de los gitanos. Como el pueblo fudio, somos пово tros unos perseguidos, unas victimas, afirmó. Hay que integraries facilitan- doles vivienda, trabajo e instrucción. de lo contrario, vamos a abrir entre ellos y nosotros un abismo que no habrá ya ya quien lo colme

Cuanto se ha dicho estos dias a propósito de los gitanos de la Perona, para negarles el derecho a vivir allí y a tener escuelas propias, el señor Ramires Heredia lo calificó de infames calumnias. La leyenda acumula sobre los gitanos todos los defectos. No son, dijo, ni mejores ni peores que los payos. Sus embustes son inocentes, de poco monta que yo sepa, ningún gitano ha estado involucrado en el asunto Matesa.

Lista la conferencia, el señor Ramirez Heredia, asistido por el Tio Peret, que es un apuesto jefe calé, firmó ejemplares de su libro “Nosotros, los gitanos”, que adquirian sus admiradores payos. Yo creo que este comando ateneistico de gitanos, bien vestidos y bien hablados, puede ayudar a suavizar las cosas.

Imagino que habrá enviado usted una tarjeta de felicitación al doctor Piulacha, que la otra noche recibió el Premio Virgilis de la Sociedad Catalana de Cirugia. Yo estuve en el acto, a trueque de quedarme sin cenar, pues celebróse a una hora absurda, de nueve y media a dies y media de la noche. El retraso es debido a que el francés doctor Mallet-Guy, a quien damos el premio «Gimbernata, se ha empeñado en venir por su cuenta del hotel, y se ha perdido, se me informó. La demora no inquietaba a los cirujanos, a quienes luego, en el claustro gótico recién encristalado del antiguo Hospital de la Santa Cruz, aguardaba un opiparo banquete. La entrega de galardones tuvo efecto en el regio salón circular de la Acadernia de Medicina, que en esa ocasión, y gracias a la asistencia de las esposas de los miembros de la Sociedad de Cirugia, ataviadas de soirées, lució como nunca. Parece una noche de Liceo, era el parangón inevitable. Yo he de confesarle a usted que este bellísimo salón siempre me ha fastidiado. Sólo se sientan a gusto en él repantigados en los sillones de las primeras filas, los académicos. El público está condenado a acomodarse, o más bien a incomodarse en las gradas, con las piernas colgantes, pues no llegan al suelo. Al comentario, Piulachs me dijo: Efectivamente, los antiguos no tenian nuestra sensibilidad, resistian mucho mejor el sufrimiento.

Hoy nos pone los pelos de punta la cirugía en frio que practicaban. A un hombre cortándole un brazo y, acto seguido, montaba a caballo y se iba a Paris. Tras esta reflexión del admirado quirurgo, escalé las gradas y fui a sentarme en el último peldaño, avergonzado de mi blandura.

Hablando de asistencia elegante, ¿qué me dice usted de las subastas de arte? Jamás habíamos previsto que a la buena sociedad le entrase un dia semejante pasión por la pintura. El pintor, en su estudio, se lo habria dado por la mitad de lo que ha pagado aqui, me susurró el vecino de asiento, apostillando la disputada adquisición de que acabábamos de ser testigos. Pero, claro está, comprar en el estudio, a solas, no tiene gracia, mientras que pujar en las noches de Gobero, entre caballeros con facha de financiero y damas que parecen salidas del «Vogue», confiere patente de exquisito. No importa lo que uno se lleva a casa.

Es increible la cantidad de dinero que se da por todo. Y resulta curioso que mientras un Sunyer dejó indiferente a la brillante concurrencia, unas bañistas (cierto que eran algo sicalipticas) del valenciano Pla Rubió, contemporáneo de Sorolla, motivaron la más ardiente disputa de la noche. Y cuando se adjudicaron en ciento ochenta y cinco mil pesetas, sonaron aplausos.

Ninguna pasión, en cambio, detecté en unas conversaciones sobre la problemática del cine desarrolladas en Montjuïc, a despecho de que la concurrencia estaba integramente formada por jóvenes hirsutos, de contestatario talante y cargados de papeles. ¡Y mire usted que en su magnifica disertación, José Maria Garcia Escudero dijo cosas que se prestaban a la controversia! Por ejemplo, definió el cine como el arte de expresarse en imágenes. ¿Dónde deja, entonces, usted la voz que se ha convertido en uno de los pilares del cine actual?

Le confieso a usted, una vez más,
que esto del cine no lo entiendo. Por lo menos, constituye para mi misterio la exacerbada afición de muchos. En las conversaciones a que asistí hablose repetidamente de autores, de creadores, cuando es notorio que la mayor parte de películas, de unos años acá, son transcripciones de obras literarias. Transcripciones tan geniales y personales como usted quiera, pero basadas en el talento ajeno. Ahora mismo, acabo de ver «El padrino” y, no habiendo leído la novela de donde la han sacado, muchas de sus escenas me resultaron oscuras. Les ha ocurrido lo mismo a otros. Pero esto de la ambigüedad, en el cine (como en todo el arte moderno) no es un inconveniente, sino que, al revés, puede convertirse en ventaja. Mi colega Jaime Arias, que es un cuco, al plantearle yo la objeción, replicóme: Mejor, asi la gente verá la pelicula un par de veces.

No creo, sin embargo, que sean más
claras las finanzas. El tan controvertido I.N.I., por ejemplo, explicado por
su presidente, el ampurdanés señor Boada, es paradigma de buena politica económica. Por lo menos, la lucida y acaudalada concurrencia que para escucharie abarrotó el Club Mundo, a la hora del coloquio, apenas formuló reservas. Y fue chocante que las solas preguntas firmes concernieran a los intereses de los pobres, quiero decir a quiero de las la obligatoria participaciones de las Cajas de Ahorro en las empresas del Instituto Nacional de Industria. Participación que según disposiciones oficiales afecta al sesenta y cinco por ciento de los incrеmentos mensuales de las Cajas El señor Boada tranquilizó a los preguntones, asegurando que, en este caso, las disposiciones oficiales no se cumplen al pie de la letra y que las inversiones del ahorro popular en el I.N.I. son menores.

Suponiéndole a usted imponente de alguna Caja, como son todos los españoles, cierro la carta con esta tranquilizadora información. Hasta la próxima semana.

Font: DESTINO, Biblioteca de Catalunya

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